Esta nota la escribí unos después de la muerte de la cantante. La quiero recordar ahora que está por salir su disco “1969-Siempre, En vivo desde Monterrey, Parte 2”.
El célebre Pepe Garza tiene fama de poner la bala en donde pone el oído. Pero reconoce que su intuición le falló con Jenni Rivera, de quien pensó que no tenía futuro como artista.
“Sinceramente, no le vi potencial a ninguno de los dos”, reconoció el exitoso programador de la estación angelina KBUE (105.5 FM), “La Qué Buena”, en relación con la fallecida cantante y su hermano Lupillo, los miembros más famosos del clan Rivera. “Se sabía que la talentosa de la casa era Jenni”.
Sin embargo, el exitoso programador, también impulsor de las carreras de otros famosos, como Adán Sánchez y Yolanda Pérez “La Potranquita”, decidió poner primero en su emisora la música de Lupillo, porque para entonces, a mediados de los 90, cantaba distinto de las decenas de intérpretes que estaban de moda.
“Todos cantaban con ese estilo medio ‘achalinado’ [como Chalino Sánchez]. Y Lupe cantaba muy diferente, muy grave. Dije, ‘Ah, caray, ta muy raro su estilo”, dijo Garza.
En ese entonces pensó que a Jenni le iría mejor, porque estaba interpretando narcocorridos, algo que para entonces ninguna mujer cantante hacía.
Pero la suerte le tocó a Lupillo, cuya carrera despegó como cohete con “El moreño”, tema que le dio una popularidad que no se esperaba.
Jenni, cuya carrera comenzó con cierta tibieza, era para entonces “la hermana de Lupillo Rivera”.
“Nunca nos llegamos a imaginar que Lupillo iba a ser con el tiempo ‘el hermano de Jenni’. Siempre pensamos que ella iba a ser ‘la hermana de Lupillo Rivera’”, explicó Garza.
La fama de Jenni opacó a la del hermano no solo porque la cantante supo hacer de cada uno de sus escándalos los mejores promotores de su carrera, sino porque creó un emporio que la convirtió en una de las artistas latinas más proderosas del país.
La grandeza de Jenni, quien murió en un accidente de avión el pasado domingo (9 de diciembre de 2012) cuando iba en un viaje de trabajo de Monterrey, México, a Toluca, en el centro de ese país, radica en que puso “cuerpo y alma en su música”, dijo el programador.
“Es una persona que iba a triunfar estuviera donde estuviera”, dijo Garza. “Hubo mejores cantantes; quizá con más talento y con mejor técnica, pero yo creo que Jenni tenía voluntad de hierro, un aferre y un carácter del que todo mundo nos enamoramos”.
La persistencia, la simpatía y la disciplina también fueron importantes para que la artista de 43 años triunfara. En una ocasión, Garza se dio cuenta de que a las 5 de la mañana Jenni ya se había levantado y estaba lista para hacer ejercicio.
“Le mandé un mensaje y le dije, ‘tú no debes estar levantada porque eres una superstar. Tienes que vivir la vida de millonaria y famosa’”, recordó Garza. Luego ambos se pusieron a reír.