Ally Maki recibió la sorpresa más grande de su carrera como actriz en una caja llena de juguetes. Dentro, había una carta muy linda en la que los productores de “Toy Story 4” le pedían hacer la voz de Giggle McDimples, un personaje nuevo en esta famosa serie.
“Era una caja con muchos de los personajes de Toy Story”, dijo Ally hace unos días en una reunión en la que yo estuve presente. “Al principio pensé que era una broma, pero luego me di cuenta de que era de verdad; no lo podía creer”.
Quizá Ally nunca consideró esta posibilidad porque, usualmente, quienes participan en estas cintas de los estudios Pixar son grandes nombres de la industria de Hollywood. Ally, de 32 años, aunque no es nueva en estos terrenos, tiene una carrera que va en ascenso. Hasta ahora, uno de sus papeles más importantes es el de Jess Kato, que desempeña en la comedia de TBS, “Wrecked”.
Con esta intervención, la actriz nacida en este país y de ascendencia japonesa, ya puede decir que se codea con astros de la actuación como Tom Hanks (Woody), Tim Allen (Buzz Lightyear) y Any Potts (Bo Peep), entre otros.
La sorpresa vino con muchas novedades, como ser el personaje más pequeño que jamás se haya visto en esa serie de cintas animadas. Giggle McDimples es la mejor amiga de Bo Peep, la muñeca de porcelana que reaparece en esta nueva entrega, y que –disculpen si les echo a perder la sorpresa– está enamorada de Woody, nuestro adorado héroe de toda la serie.
Ally es pequeñita, mide apenas 5 pies 1 pulgada –¡es una pulgada más bajita que yo!–, tiene una cara como de muñeca y delgadita, muy delgadita. Es como una Barbie miniatura, pero más bonita.
Durante la conversación noté que Ally traía puesto un anillo en el dedo anular izquierdo con un brillante tan enorme como precioso. Se me ocurrió preguntarle si estaba comprometida y lo que nos contestó nos dejó con la boca abierta. Dijo que el día de la premier de “Toy Story 4”, que tuvo lugar en el teatro El Capitan, de Hollywood, su novio le pidió matrimonio justo luego de la fiesta.
“Llegué al hotel [donde nos hospedaron] y vi que había pétalos de rosas en el cuarto”, contó. “Dije, ‘guau, en este hotel sí que saben tratar a sus huéspedes’. Pero luego, cuando entré al cuarto mi novio ya tenía todo preparado para darme el anillo y pedirme que nos casáramos”.
Por supuesto que Ally aceptó, y ahora está feliz de que su carrera ha tomado un nuevo giro en Hollywood. Cree que la situación ha cambiado para los actores asiáticos, que por años han estado relegados en esa industria.
“Ahora las cosas son diferentes; es algo que siempre quise ver cuando era niña, más actores asiáticos en las producciones de Hollywood”, dijo.
Ahora, aunque es posible que todavía haya mucho por hacer, Ally está feliz de ser parte de ese cambio.