Ahora que lo pienso, creo que “Mi pequeño hermano invisible” me atrapó porque su portada es de un naranja bien escandaloso. O fue quizá porque por mucho tiempo fue el color favorito de Víctor, mi hijo de 5 años. Ahora dice que el que más le gusta es el “color” arcoíris. El caso es que fue uno de los volúmenes […]